Cuando nuestros riñones se dañan hasta el punto de no poder filtrar la sangre ya no es posible volver a ponerlos en marcha. Desde hace tiempo disponemos de tratamientos como la diálisis y los trasplantes que restablecen la función de estos órganos pero aún no contamos con terapias de reconstrucción.
La investigación en medicina regenerativa ya ofrece avances prometedores en este campo. El primer paso es estudiar los procesos de reparación naturales que tienen lugar en otras especies. Por ejemplo, los peces cuentan con mecanismos naturales de regeneración renal de los que carecemos los humanos. La mejora del conocimiento de los mecanismos de reparación renal ha llevado a intentar esclarecer si la inyección de células en un riñón gravemente deteriorado podría ayudar a reparar y regenerar el tejido lesionado, estimulando y acelerando el proceso curativo natural.