A los 17 años Ludwig van Beethoven escribía en una carta al Dr. Joseph Wilhelm von Schaden: “Desde mi regreso a Bonn, he podido tener muy pocas horas felices. Todo el tiempo he sido perseguido por el asma; y me incliné a temer que esta enfermedad podría incluso volverse tuberculosis. Además he estado sufriendo de melancolía que en mi caso es una tortura tan grande como la enfermedad.” Y es que además de sordera Beethoven sufría de asma.
Pero Beethoven no ha sido el único personaje histórico afectado por el asma, Antonio Vivaldi, Charles Dickens, Marcel Proust, Theodore Roosvelt u Orson Wells también vivieron con asma. El asma es la enfermedad crónica más frecuente a nivel mundial, la OMS calcula que en la actualidad hay 235 millones de pacientes con asma.
El asma es una inflamación crónica de las vías respiratorias. Este proceso se asocia a la presencia de una hiperrespuesta de los bronquios que produce episodios recurrentes de sibilancias (sonidos agudos similares a pitidos al respira), dificultad al respirar, opresión torácica y tos, particularmente durante la noche o la madrugada. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama de modo que la cantidad de aire que puede pasar se ve muy reducida.
Se trata de una enfermedad presente en todos los países, independientemente del grado de desarrollo. Lo que si es cierto es que los factores ambientales juegan un papel muy importante en el grado de patologías relacionadas con el asma con lo que la suciedad, la polución o demás agentes externos pueden agravar o provocar episodios asmáticos.
Los ataques de asma suelen estar separados por períodos en los que no se presentan síntomas y la oclusión de las vías respiratorias es reversible aunque en algunos casos únicamente con tratamiento. Aún así, los ataques de asma pueden durar desde minutos hasta días con lo que pueden ser muy peligrosos si se restringe el flujo de aire durante un tiempo prolongado.
Pese a ser una enfermedad bastante frecuente, muchas veces el asma no se diagnostica correctamente ni recibe el tratamiento adecuado, creando así una importante carga para los pacientes y sus familias, y pudiendo limitar la actividad del paciente durante toda su vida.
Por ese motivo, la unidad conjunta de investigación entre el IBEC y el Hospital Germans Trias i Pujol liderada per Raimón Jané, investigador principal del IBEC, llevan a cabo un estudio de los sonidos respiratorios para poder diagnosticar enfermedades respiratorias. El objetivo que persigue esta investigación es encontrar los patrones respiratorios característicos del asma para poder diagnosticar a los pacientes mediante una metodología no invasiva basada en el registro de las señales biomédicas del cuerpo como, por ejemplo, el movimiento de los músculos durante la respiración.
Barbieri, C. (2013) La biografía de Ludwig van Beethoven
Organización Mundial de la Salud (2015) Enfermedades respiratorias crónicas. Asma.
Institute for Bioengineering of Catalonia. Working together against respiratory diseases. Clinical Translation.