Nanorobot híbrido. Imagen cedida por el Dr. Samuel Sánchez, investigador principal del IBEC
¿Quién no ha soñado alguna vez con poder navegar a través del cuerpo humano para descubrir los misterios que este esconde?
Este sueño ya fue abordado en 1966 de la mano de Richard Fleuscher, que en su “Viaje alucinante” introdujo a un grupo de científicos en el torrente sanguíneo de un ser humano para salvar su vida. En la famosa película, los protagonistas viajaban en un submarino nuclear reducido a la escala microscópica.
Aunque esta imagen nos pueda resultar muy familiar, la realidad dista mucho de esta ficción. En la actualidad, ya se han creado los primeros centinelas que podrían recorrer nuestro cuerpo en busca de sustancias tóxicas, virus o células enfermas, para así curarlas o eliminarlas. Se trata de nanorobots, un invento nacido hace poco más de diez años y que aparece de la mano de la nanotecnología.
Los nanorobots, a diferencia de la nave tripulada de la película, son estructuras muy básicas que recuerdan a las formas que la naturaleza crea en la escala nanométrica y micrométrica. Tubos, esferas, hélices y espirales son las formas más frecuentes para crear estos nano-ingenios, que nos recuerdan a la forma que tienen las células y las moléculas más que a ningún invento del hombre.
Aunque existen muchísimos tipos de nanorobots, aquí os queremos presentar algunos de los más importantes en la actualidad. Al tratarse de un invento muy nuevo, casi todos estos robots se encuentran en fase de investigación, es decir: aun no se pueden utilizar.
A pesar del tamaño nanométrico de los nanorobots, sus avances van a paso de gigante y se espera que en los próximos años estos nanorobots abandonen el laboratorio para formar parte de nuestra vida cotidiana.